diumenge, 10 d’abril del 2011

VIJAY IYER, piano solo (Nova Jazz Cava, Terrassa, 24-3-2011)

 
Vijay Iyer (Nova Jazz Cava, Terrassa, 24/3/2016)A pesar de su juventud, el pianista norteamericano Vijay Iyer lleva puesto el cartel de figura desde hace ya algún tiempo. Y lo lleva con todo merecimiento, tanto por la calidad interpretativa que atesora como por sus ricas y atrevidas propuestas, que pueden ir desde trabajos como sideman (Wadada Leo Smith), hasta brillantes dúos (Rudresh Mahantappa), pasando por discos socialmente comprometidos socialmente (In What Language?) o la excelente grabación a trío, “Historicity”.

La experiencia del piano solo no es algo trivial. Los más capacitados pianistas se han querido enfrentar a tan exigente desafío y solamente aquellos que poseen un mundo interior fértil y una técnica determinante, logran captar la atención de la audiencia. Es el caso de Vijay Iyer, al que por suerte hemos podido escuchar en esta lid por segunda vez. En Terrassa nos volvió a asombrar su pulsación precisa y sin aspavientos, su implacable mano izquierda, con la que frecuenta el toque cruzado, y el uso sutil que da a los silencios.

En el temario asistimos a un repaso de la historia del piano-jazz, apoyándose en Thelonious Monk (Epistrophy) y sobre todo en Duke Ellington (Black & Tan Fantasy, Darn That Dream), pasando por el free “cósmico” de un extraterrestre del teclado eléctrico como Sun Ra (One for Blount). Versiones desfiguradas de Coltrane (significativo “Giant Steps”) y Steve Coleman (Games), acompañados de temas propios de tinte diverso: latin, bebop e incluso algunas pinceladas clásicas, sin olvidar del todo el swing.
 
 
Vijay Iyer (Nova Jazz Cava, Terrassa, 24/3/2016) 

 
El entendido público que se personó en la Nova Jazz Cava fue apasionándose con el paso del tiempo hasta mostrarse entregado a la delicia que estaba escuchando. Algunos conocían el disco “Solo” de antemano y pidieron “Human Nature” como bis (el éxito de Michael Jackson), a lo que el pianista de origen hindú respondió con una impresionista deconstrucción del “Imagine” de John Lennon. No crean que fue un guiño final de consumo fácil, fue un nuevo ejercicio de brillantez interpretativa. De una coherencia aplastante.